Crema catalana (Cataluña): un postre de origen medieval

Suave, sabrosa y con una fina superficie caramelizada crujiente. Así es la famosa crema catalana, un dulce que hasta hace poco tiempo sólo se elaboraba durante las fiestas. Muy típica del día de San José (19 de marzo), esta crema quemada es todo un regalo para el paladar. Este postre es además uno de los más antiguos de Europa. Las primeras elaboraciones aparecen en los recetarios medievales de Cataluña. Lo tradicional es presentarla en un recipiente de barro.

Cuenta la leyenda que, tal y como ocurre con otras muchas recetas, el origen de la crema catalana responde en realidad a una casualidad.

Un convento de monjas en el que esperan la llegada de un obispo. Las monjas acuerdan preparar un flan para agasajarle pero éste no se cuece correctamente y queda muy líquido. Para no hacer esperar al obispo sirven el ‘pseudo’ flan, de forma improvisada, con un caramelo por encima. Sin embargo, pese al error, el ‘nuevo postre’ parece finalmente gustar mucho al invitado.

Leyenda o no, lo que es indudable es que esa crema líquida y caramelizada en su superficie se convirtió con el tiempo en uno de los postres más populares de la comunidad catalana.

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