El steak tartar es una deliciosa receta de carne picada cruda y macerada que se sirve, generalmente, acompañada de un huevo también crudo. Un plato en el que se aprecia el sabor y la textura de la carne en todo su esplendor. Existen varias teorías acerca de su origen, todas muy exóticas como veremos a continuación. La más extendida atribuye su creación a los jinetes de Mongolia pero otras aseguran que procede de las islas de la Polinesia francesa.
La primera teoría afirma que el steak tartar comenzó como una forma rudimentaria de alimentarse en las duras estepas asiáticas. Los jinetes tártaros, pertenecientes a una tribu de Mongolia, depositaban carne bajo la silla de su caballo para ablandarla y poder consumirla. Sin embargo, hay quienes afirman que la sudoración del animal estropearía la carne, haciéndola incomestible. Aseguran que la finalidad de este método era curar las llagas de los caballos originadas por las sillas de montar.
La segunda teoría considera que el steak tartar es una receta importada de la Polinesia francesa, donde el consumo de carne cruda era algo habitual. Este plató comenzó a presentarse en los restaurantes de los hoteles franceses a principios del siglo XX y se popularizó en la década de los cincuenta, aunque se conocía como beefsteak a la americana. Posteriormente, el prestigioso chef Escoffier, cofundador de la cadena Ritz, incorpora la salsa tártara al beefsteak; contribuyendo a aunar ambos elementos. Sin embargo, posteriormente el diccionario Larousse Gastronomique definiría el steak tartar como una preparación de carne cruda con huevo sin la obligación de incluir salsa tártara.
No faltan las alusiones literarias al steak tartar. Alejandro Dumas lo menciona en su famosa obra “El conde de Montecristo” y Julio Verne habla del steak tartar en “Miguel Strogoff, el correo del zar”. Probablemente no sea casualidad que el steak tartar sea una de las especialidades del restaurante Jules Verne, ubicado en la torre Eiffel.
En cualquier caso e independientemente de su origen, el steak tartar es una deliciosa receta de carne cruda y picada de solomillo, huevo, pepinillos, alcaparras, zumo de limón, perejil, pimienta, salsa Worcestershire, mostaza e incluso anchoas, en algunos casos. De esta deliciosa receta, surgieron numerosas variantes. En restaurante Córcega una de nuestras especialidades es el tartar a los dos salmones.